En
primer lugar, en mi opinión las TIC tienen aspectos tanto positivos como
negativos en las intervenciones socioeducativas.
Por
una parte, como aspectos positivos, uno de los que considero más interesantes
es la cantidad de material informático, programas y aplicaciones que existen en
la red para transmitir conocimientos. Con todos estos programas y aplicaciones
(tutoriales, wikis, simuladores, blogs, etc.) es posible tanto aprender a
utilizar programas nuevos, interactuar con otras personas mediante blogs y plasmar
conocimientos, inquietudes o instituciones (entre otros) para compartirlos con
otras personas, etc. Asimismo, a través de todas estas aplicaciones que existen
en la web, se puede aprender de una forma que no lleva a un gran gasto de
dinero y, además, dinámica y divertida. Por este motivo, considero que introducir
todo este aprendizaje de programas en intervenciones socioeducativas podría ser
interesante, ya que, en mi opinión, con esto se consigue un mayor interés de
los usuarios a aprender sobre informática de una forma entretenida.
Por
otro lado, otro aspecto importante en las intervenciones socioeducativas es que
gracias programas como Prezi, Power Point, Cmaptools, etc., los usuarios
(alumnos de escuela, profesionales, etc.) pueden aprender a estructurar la
información que tienen de una forma ordenada y esquematizada, y así conseguir
que tanto el aprendizaje como su difusión sean más sencillas. En mi opinión,
este aspecto favorece mucho al aprendizaje de forma motivacional y dinámica, ya
que es una forma diferente y sencilla a como se hacía anteriormente de aprender
y organizar información.
De esta
manera, considero importante también el hecho de que la informática y saber
utilizarla es un elemento de inclusión social, ya que, en la actualidad, uno de
los aspectos que están más en auge son las TIC. Por este motivo, integrar las
TIC en las intervenciones socioeducativas puede ser un aspecto interesante, ya
que quizá con estas intervenciones se ayudaría a disminuir la exclusión social
y, además, es necesario también para la vida laboral, ya que actualmente en
casi cada puesto de trabajo se pide un mínimo de conocimientos informático.
En cambio, implantar las TIC en las intervenciones socioeducativas tiene sus limitaciones, sobre todo con la actual crisis que nos afecta. A causa de ésta, es difícil poder poseer tanto del material informático necesario para dichas intervenciones, así como, relacionado con este aspecto, el financiamiento por parte de entidades para llevar a cabo las distintas intervenciones. También, relacionándolo con los profesionales de la educación social, es complicado poder ofrecerles el material tecnológico necesario a causa de la insuficiencia económica.
Por otro lado, cabe destacar que hay profesionales con las habilidades tecnológicas idóneas para su trabajo laboral y para las intervenciones pero, sin embargo, también los hay que no. De esta manera, el hecho de que no todos los profesionales cuenten con dichas habilidades y conocimiento dificulta algunas veces vincular las TIC con las intervenciones sociales o con el trabajo de los profesionales (de ahí la idea que mencionaba antes de que, actualmente, en el mundo laborar se necesitan casi siempre unos conocimientos mínimos sobre informática), ya que es necesario tener habilidades (aunque sean básicas) tanto para saber dar a conocer estos conocimientos como a la hora de buscar información relevante, útil, válida, correcta, etc. (entre otros aspectos).
En cambio, implantar las TIC en las intervenciones socioeducativas tiene sus limitaciones, sobre todo con la actual crisis que nos afecta. A causa de ésta, es difícil poder poseer tanto del material informático necesario para dichas intervenciones, así como, relacionado con este aspecto, el financiamiento por parte de entidades para llevar a cabo las distintas intervenciones. También, relacionándolo con los profesionales de la educación social, es complicado poder ofrecerles el material tecnológico necesario a causa de la insuficiencia económica.
Por otro lado, cabe destacar que hay profesionales con las habilidades tecnológicas idóneas para su trabajo laboral y para las intervenciones pero, sin embargo, también los hay que no. De esta manera, el hecho de que no todos los profesionales cuenten con dichas habilidades y conocimiento dificulta algunas veces vincular las TIC con las intervenciones sociales o con el trabajo de los profesionales (de ahí la idea que mencionaba antes de que, actualmente, en el mundo laborar se necesitan casi siempre unos conocimientos mínimos sobre informática), ya que es necesario tener habilidades (aunque sean básicas) tanto para saber dar a conocer estos conocimientos como a la hora de buscar información relevante, útil, válida, correcta, etc. (entre otros aspectos).
Finalmente, a pesar de la cantidad de ventajas que tienen las TIC, un problema que considero de gran importancia es que, en ocasiones, no todas las personas saben sacarle todo el provecho a estas Tecnologías de la Información y la Comunicación ya que, actualmente, lo que más se utiliza por parte (sobre todo) de los jóvenes son las redes sociales, dejando a un lado la cantidad de programas y aplicaciones web que existen para aprender. Sin embargo, aunque dicho problema se vea mucho en jóvenes también afecta a profesionales por el motivo de que, muchas veces, se sabe mucho sobre las TIC pero en ámbitos no muy necesario en intervenciones socioeducativas.